Mi hijo de 3 años comenzó a tartamudear. ¿Qué debo hacer?
La tartamudez en los niños pequeños puede generar una profunda inquietud en los padres. Cuando descubrís que vuestro hijo empieza a tartamudear, es normal que estéis confusos sobre cómo abordar la situación, sentiros preocupados o incluso con un poco de miedo. Os preguntáis qué está causando esto, si es algo serio y, lo más importante, qué podéis hacer para ayudarlo. En este blog, os ofrecemos pautas de actuación y consejos para lidiar con los momentos de tartamudez de vuestro hijo:
En primer lugar, sabemos que, en niños en etapa preescolar, la probabilidad de que la tartamudez desaparezca es mucho mayor. Por lo tanto, es crucial consultar a un logopeda lo antes posible, tan pronto como se detecten las interrupciones en el habla. La evidencia científica demuestra que esta atención precoz y la neuroplasticidad que presentan los niños favorece significativamente el éxito del tratamiento.
En lo que respecta a la familia, el entorno en el que se desenvuelve el niño es de suma importancia y juega un papel fundamental en su bienestar y progreso en el manejo de la tartamudez. El comportamiento de la familia no es la causa de la tartamudez, ya que sabemos que es una interacción entre factores genéticos, neurológicos y ambientales. Sin embargo, cuando las demandas, en cualquier área de la vida, y presiones comunicativas se vuelven demasiado exigentes, la tartamudez puede manifestarse con más gravedad y esto hace que empeore su comunicación.
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Como padres, hay varias estrategias que podéis implementar para ofrecerle un ambiente favorable a vuestro hijo:
- Sigue la iniciativa del niño durante el juego y/o la conversación: el niño se sentirá menos presionado y más seguro.
- Habla con tu hijo tranquila y lentamente, sin prisa, de esta manera, tu hijo sentirá que tiene el tiempo y la disponibilidad de sus padres.
- Mantén el contacto visual con tu hijo mientras habla: sentirá que tiene tu atención, que le escuchas y que disfrutas haciéndolo.
- Disminuye la complejidad del lenguaje que empleas: utiliza frases más cortas y un vocabulario menos complejo para reducir las exigencias lingüísticas que pueda sentir el niño.
- No termines, completes o adivines las palabras de tu hijo. Esto le da un refuerzo negativo a la comunicación.
- Trata de hacer un cambio de turno de habla suave. Espera unos segundos después de que el niño termine de hablar antes de tomar tu turno.
- Haz menos preguntas. En lugar de hacer preguntas, elije comentar lo que dice el niño y demuestra que le estas escuchando.
- Crea un momento especial de comunicación. Dedica unos minutos de tu día para brindarle a tu hijo atención exclusiva, sin televisión o teléfono, usando un discurso relajado y suave con muchas pausas.
Para obtener más información sobre este tema, os invito a consultar el siguiente enlace.
También podéis descargar nuestro PDF, donde encontrareis algunas de las estrategias presentadas.
En definitiva, un entorno comprensivo, paciente y sin presiones puede proporcionar al niño la confianza y seguridad necesarias para favorecer la comunicación. Además, nunca es demasiado pronto para pedir la ayuda de un logopeda especializado en tartamudez.
Inma Morales
Logopeda | Tartamudez Center – Madrid
[email protected]
Referencias consultadas:
- The Stuttering Foundation, 7 Tips for Talking with the child who stutters, LINK
- Zebrowski, P., Anderson, J., & Conture, E. (2022). Stuttering and Related Disorders of Fluency. Thieme Medical Publishers.
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